Separando los hechos de la ficción
La ludopatía, la adicción a juegos de azar, es algo real, tangible, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Por desgracia, existen muchos mitos en torno a la adicción al juego, y la confusión hace que sea más difícil detectar que una persona tiene problemas con el juego.
Y es que, a diferencia de otras adicciones, la ludopatía es mucho más discreta, porque el aliento no huele a tragaperras, ni la ruleta deja olor o marcas en la ropa o la piel.
Con esto en mente, vamos a explicarte aquí 7 mitos demasiado comunes sobre la adicción al juego, ante los que deberías estar siempre alerta.
MITO nº 1 – Si no apuestas todos los días no es un problema
REALIDAD nº 1 – La frecuencia de apuesta NO es un indicador
Décadas de estudio de pacientes afectados por la adicción a juegos de azar muestran con claridad que algunas personas apuestan todos los días, mientras que otras lo hacen esporádicamente, invirtiendo a menudo cantidades mucho mayores.
Lo que indica que el juego responsable ha desaparecido y ha comenzado una adicción a los juegos de azar no es la frecuencia, sino la incapacidad de parar.
MITO nº 2 – La adicción al juego sólo afecta a los hombres
REALIDAD nº 2 – También afecta a las mujeres
El juego afecta por igual a hombres y a mujeres, sean jóvenes, adultos o mayores.
Es cierto que la prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, pero eso no significa en absoluto que ellas sean inmunes. También muestran los mismos síntomas o indicios cuando el hábito del juego ha escapado a su control. Sí existen, sin embargo, algunas diferencias que debemos tener presentes:
- Los hombres tienden a comportarse de forma más agresiva, por ejemplo enfadándose cuando pierden.
- Las mujeres reaccionan de forma más emocional, por ejemplo, deprimiéndose o llorando.
MITO nº 3 – La gente responsable no se vuelve adicta al juego
REALIDAD nº 3 – La gente responsable cae igual que la irresponsable
Ésta es una confusión muy común: el creer que sólo aquellos con “poca fuerza de voluntad”, o naturalmente irresponsables, son los que caen en las adicciones.
Lo cierto es que cualquiera puede caer en la adicción a los juegos de azar, independientemente de lo responsables que sean en su casa o en el trabajo.
MITO nº 4 – Los jugadores adictos apuestan a cualquier cosa
REALIDAD nº 4 – Los jugadores adictos suelen ser muy selectivos
El hecho de que una persona sea adicta al juego no implica que esa persona esté buscando constantemente dónde apostar, ni que juegue a cualquier cosa que encuentre.
Más bien lo contrario. Cada juego tiene unas mecánicas distintas, unas expectativas distintas, y genera emociones diferentes, y por tanto cada jugador se aficiona a determinados tipos de juegos. Esto ocurre incluso con el juego responsable.
MITO nº 5 – El juego compulsivo no es un problema si puedes pagarlo
REALIDAD nº 5 – El juego compulsivo es un problema siempre
El hecho de que un jugador pueda permitirse grandes pérdidas no significa que su adicción a juegos de azar no sea problemática. La ludopatía no sólo afecta a la cuenta bancaria. También interfiere en otras áreas de la vida:
- La concentración y efectividad profesional, hasta el punto de destruir una carrera.
- Las relaciones personales y afectivas, hasta el punto de destruir amistades y familias.
- La reputación, hasta el punto de verse solo y sin salida.
Las consecuencias financieras no son el problema: son uno de los síntomas del verdadero problema, que es la conducta adictiva.
MITO nº 6 – Los ludópatas son personas avariciosas
REALIDAD nº 6 – La ludopatía no tiene nada que ver con querer hacerse rico
La adicción a juegos de azar tiene muchos desencadenantes y responde a emociones. Pero, lo creas o no, el deseo de hacerse rico no es una de ellas. Cuando se ha desarrollado el hábito de jugar, normalmente se hace por otros motivos:
- Para escapar de la realidad diaria, que les resulta insoportable por los motivos que sean.
- Otros buscan reforzar su autoestima y sentirse valiosos.
MITO nº 7 – Los problemas con el juego sólo afectan al jugador
REALIDAD nº 7 – Los problemas del jugador afectan a todo su entorno
Las adicciones siempre afectan a todas las personas cercanas al adicto.
De hecho, a menudo es la familia, la pareja o las personas más cercanas las que reciben las peores consecuencias de la ludopatía: los cambios de humor repentinos, las mentiras y manipulaciones, y la preocupación constante por la crisis financiera y la potencial ruina familiar.
Sin duda, no se trata de un problema personal, sino familiar, y como tal debe entenderse y tratarse.
Si has detectado algunas de las actitudes y señales descritas arriba en algún ser querido, o en tu propia forma de jugar… no dudes en pedir ayuda. ¡Recuerda que NO ESTÁS SOLO/A!