El blackjack es un gran ejemplo de las vueltas que da la vida: se inventó en España en el siglo XVI o XVII con el nombre de “las veintiuna”, y con el paso de los siglos se convirtió en un juego de referencia de los casinos americanos, con una modalidad distinta a la que se jugaba en Europa. ¿Sabes cómo se juega al blackjack americano exactamente?
Presta atención, porque las particularidades del blackjack americano afectan mucho a la forma en que debe jugarse.
Cómo jugar al blackjack americano
La mecánica central del blackjack es siempre la misma: tú recibes unas cartas y el crupier otras, y tu objetivo es conseguir más puntos que el crupier, sin pasarse de 21. Cada carta vale lo que indica su número, las figuras valen 10, y el As puede valer 1 u 11 puntos, según te convenga.
Hasta aquí siempre es igual en cualquier blackjack. Las diferencias vienen en la forma de jugar al blackjack americano o europeo. Estas son las principales claves:
La rendición en el blackjack americano
En los juegos de blackjack americano suele existir una opción llamada “Surrender” o “Rendición”, que consiste exactamente en eso: en rendirte. Se usa cuando te reparten tu mano, tiene una pinta terrible (por ejemplo, te dan 16 puntos, demasiado bajo para quedarse y tener más que el crupier, pero demasiado alto para pedir otra carta) y el crupier la tiene buena.
En situaciones así, la Rendición te permite retirarte de la partida perdiendo solo la mitad de tu apuesta y recuperando la otra mitad.
Esta opción no suele darse en juegos de blackjack europeo, y es interesante cuando te tiemblan las piernas en una de esas manos tan malas que casi es mejor ni jugarla. Los amantes del riesgo, con su tabla de blackjack en la mano o en la mente, en cambio, desprecian las rendiciones, ¡y van a por todas! Esto ya depende de cómo te guste jugar al blackjack americano.
La forma de reparto en el American Blackjack
Éste es el aspecto más peliagudo del blackjack americano, el que marca la auténtica diferencia respecto a su homólogo europeo: la forma en cómo se juega la mano en el blackjack americano, que es así
- El crupier reparte dos cartas a los jugadores, y luego dos más a sí mismo, la primera boca arriba y la segunda boca abajo.
- Si la carta boca arriba del crupier es un As, este está obligado a comprobar con discreción cuál es la carta boca abajo (la regla del “peek”), y si tiene blackjack, está obligado a anunciarlo y se acaba la ronda y se lleva el dinero de todos los jugadores, a menos que alguno tenga otro blackjack directo.
En el blackjack europeo, en cambio:
- El crupier reparte una carta a los jugadores, luego una carta a sí mismo, boca arriba, y luego la segunda a los jugadores.
- Estos deben tomar sus decisiones y acciones (pedir, quedarse, separar, doblar) en ese momento, antes de que el crupier se reparta la segunda carta.
Esta pequeña diferencia en la operativa de cómo se juega al blackjack americano frente al europeo tiene un impacto brutal, ya que en el blackjack europeo, si el crupier tiene un As, debes tomar la decisión a ciegas, y puede que en la siguiente carta le salga un 10 o una figura y se lleve tu apuesta doble, por ejemplo.
En el blackjack americano, en cambio, esto no puede ocurrir, ya que el blackjack del crupier se anuncia al momento y te evita ulteriores apuestas perdidas.
Existe alguna otra diferencia entre ambas versiones del juego, que te detallamos en este otro artículo de blackjack americano vs blackjack europeo, como por ejemplo el número de mazos empleados habitualmente en cada modalidad.
Pero ya ves claro que, al revés de lo que ocurre en la ruleta online (donde es más ventajosa para el jugador la europea que la americana), en el blackjack, el americano es mejor para el jugador, porque le evita ahondar en pérdidas.
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No solo te lo recomendamos por sus gráficos, sin embargo: sus opciones de side bets o apuestas paralelas es estupendo, añade emoción, y mejora los pagos potenciales que puede tener una partida de blackjack.
Ahora bien: no se trata puramente de un blackjack americano, ya que no cuenta con regla del peek, y el crupier no comprueba nada.
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Si a ti lo que te va es el riesgo ese que te pone el vello de la nuca de punta, ok, vete a jugar al blackjack europeo. Pero si, aun disfrutando del riesgo, te gusta contar siempre con las mejores opciones posibles, ¡sin duda lo tuyo es el blackjack americano!